El cáncer de mama gestacional o asociado al embarazo es poco frecuente pero en los últimos años se ha visto un aumento en el mismo.

Actualmente representa el 6% de los tumores mamarios en pacientes menores de 43 años y, teniendo en cuenta el total de embarazos, la incidencia oscila entre el 0,02 y 0,1%. El perfil es de una mujer mayor de 30 años, con afectación ganglionar y tumores poco diferenciados y que en su mayoría no expresa receptores hormonales.

Aunque las investigaciones epidemiológicas han descrito diferentes factores predisponentes para el desarrollo de estos tumores, todavía no se conoce con precisión la caracterización genético-molecular del cáncer de mama gestacional. Las hipótesis planteadas apuntan a que en estos casos el cáncer se asocia a un genotipo específico, diferenciado del tumor de mama no gestacional.

Se ha  planteado la utilización del predictor génico PAM110, basado en el análisis del predictor conocido como PAM50 en combinación con una serie de 55 genes adicionales, para describir las características moleculares propias del cáncer de mama gestacional.

El objetivo ahora es analizar el perfil de expresión génica de una serie de tumores gestacionales y comparar estos resultados con los descritos en la población de cáncer de mama en general.

El fenotipo inmunohistoquímico encontrado en estas pacientes difiere del de la mayoría de los carcinomas diagnosticados en la población general; ello se ha tratado de justificar por la edad temprana del diagnóstico. Sin embargo, otra posible explicación se centra en el embarazo como inductor de este tipo concreto de tumores peor diferenciados y sin expresión de RH», comentan un comité de expertos.

Un estudio buscará identificar los principales subtipos intrínsecos de cáncer de mama (luminal A, Luminal B, HER2, basal like y Claudin-low) y analizará otras formas genéticas en tumores diagnosticados durante el embarazo, la lactancia o el primer año postparto.

La idea es definir los subtipos tumorales desarrollados durante el embarazo, así como la posible implicación de factores o mediadores propios del embarazo en el desarrollo de algún subtipo específico de tumor.

A medio plazo, las conclusiones que se obtengan podrían ayudar a establecer futuras hipótesis de trabajo en nuevos estudios que profundizarán en el proceso carcinogénico del cáncer de mama gestacional. Por ejemplo, para determinar la seguridad asociada a un embarazo en mujeres que previamente hayan tenido un cáncer de mama.

Hay que recordar que durante la gestación se producen cambios importantes en el tejido mamario» inducido por hormonas y otros mediadores fisiológicos. Por ello, aumentar el conocimiento biológico y molecular del cáncer de mama gestacional tiene un gran interés en el avance del tratamiento y prevención de estos tumores.