Durante el embarazo, la exposición a pesticidas aumenta significativamente el riesgo de tener un hijo con trastorno de autismo. Según un estudio de los EE. UU. que se publicó en “Environmental Health Perspectives”, dicha exposición implica un aumento del riesgo de dos tercios.

Científicos de la Universidad de California, Davis, compararon los domicilios de 1000 madres de niños de dos a cinco años de edad con autismo, retardo del desarrollo o desarrollo normal con datos locales sobre la aplicación de pesticidas.

Durante su embarazo, un tercio de las participantes vivieron cerca de lugares donde se aplicaron pesticidas, en una distancia de 1,25 a 1,75 kilómetros. “Lo que observamos fueron varias clases de pesticidas que se aplicaron más frecuentemente cerca de los domicilios de madres cuyos hijos desarrollaron autismo o que tuvieron retardo cognitivo u otras habilidades”, dijo la directora del estudio Irva Hertz-Picciotto. ́

El cerebro fetal en desarrollo puede responder a las toxinas de manera mucho más sensible que el de los adultos, dijeron los médicos. Se asumió que los pesticidas alteran el desarrollo estructural y las vías de señalización neuronal. Aún es necesario investigar si ciertos grupos de mujeres son más vulnerables o no a estas toxinas, pero quedó claro que las mujeres embarazadas deben evitar el contacto con estas sustancias químicas, enfatizaron los investigadores.