El cese de la función ovárica antes de los 45 años está asociado a mayor riesgo de enfermedad cardiovascular, osteoporosis y declive cognitivo temprano.
Resultados de un nuevo estudio epidemiológico de la University of Massachusetts at Amherst y la Harvard T.H. Chan School of Public Health, en Estados Unidos, sugiere que, a largo plazo, el alto consumo de proteínas vegetales de alimentos como granos enteros, soja y tofu puede proteger a las mujeres de la menopausia temprana y podría prolongar su función reproductiva. El consumo de pasta enriquecida, pan negro y cereales fríos se asoció especialmente con menor riesgo, mientras que no se observó relación similar con ingerir fuentes de proteína animal.
«Entender mejor cómo la ingesta de proteínas vegetales de la dieta está asociada con el envejecimiento ovárico puede identificar maneras por las cuales las mujeres puedan modificar su riesgo de menopausia de inicio temprano y las enfermedades de salud asociadas», escriben la primera autora y estudiante de posgrado Maegan Boutot, con su consejera Elizabeth Bertone-Johnson, cuyo trabajo se detalla en un artículo publicado en la edición digital de «American Journal of Epidemiology».
La menopausia temprana, el cese de la función ovárica antes de los 45 años, afecta a alrededor del 10% de las mujeres y se asocia con mayor riesgo de enfermedad cardiovascular, osteoporosis y declive cognitivo temprano, observan los autores. Pocos estudios han evaluado cómo la ingesta de proteínas se vincula con el momento de la menopausia, añaden.
Los autores evaluaron la relación entre la dieta y el riesgo de menopausia temprana entre los miembros del Nurses’ Health Study II (NHS2), un análisis prospectivo en curso de 116.000 mujeres de entre 25 y 42 años cuando ingresaron como participantes en 1989.
Se pidió a los participantes que informaran sobre la frecuencia con la que consumían una sola porción de 131 alimentos, bebidas y suplementos en el año anterior, de «nunca o menos de una vez al mes» a «seis o más por día». Observaron que las mujeres que consumían aproximadamente el 6,5% de sus calorías diarias como proteína vegetal presentaban un significativo 16% menos de riesgo de menopausia temprana en comparación con las mujeres cuya ingesta fue de aproximadamente el 4% de las calorías.
Boutot y Bertone-Johnson señalan: «Aunque relativamente pocas mujeres en nuestro estudio consumieron niveles muy altos de proteína vegetal y nuestro poder para analizar los niveles más extremos de ingesta fue limitado, las mujeres que consumen un 9% o más de sus calorías de proteína vegetal presentan una ratio de riesgo de 0,41» en comparación con las que comieron menos del 4%. Los autores sugieren que sus hallazgos justifican más estudios prospectivos, incluyendo análisis que comparen las proteínas vegetales a base de soja y no soja.
Para una mujer con una dieta de 2.000 calorías por día, los autores explicaron, esto es igual a tres a cuatro porciones de alimentos como la pasta enriquecida, cereales de desayuno, tofu y nueces, o alrededor de 32,5 gramos al día. Los datos se ajustaron por edad, tabaco, índice de masa corporal (IMC) y otros posibles factores de confusión.
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